domingo, 29 de marzo de 2009

Las Nuevas Europas

La demanda de materias primas i la plétora de población en Europa propiciaron que los europeos ocuparan las zonas templadas del mundo, donde era posible disponer de tierra en abundancia reproducir las formas de producción y de vida europeas.

Las Nuevas Europas o colonias de población europea más características son Canadá, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda. Se trata de colonias británicas con predominio de población metropolitana, que disponía, de hecho, del poder político y económico en el territorio. Estos países disponían de grandes extensiones de territorio, y en algunos casos de importantes riquezas mineras. La mejora de los transportes y la caída de los fletes estimularon la producción y la comercialización de bienes con fuerte demanda internacional, mediante la atracción de capitales y de mano de obra de la metrópolis. La elevada productividad generó una renta per cápita en algunos casos próxima a la de los países industrializados.

Como características comunes podemos observar una gran volatilidad de los negocios, muy afectados por crisis financieras o caídas de la demanda internacional del principal producto de exportación.

Canadá era especialmente un gran exportador de pieles y madera, pero se unió a la exportación internacional de cereales y comenzó un cierto proceso de industrialización. Sudáfrica empezó exportando vino y posteriormente lana, pero su crecimiento recae en la riqueza minera del Transvaal. Australia empezó a participar en la división internacional del trabajo gracias al oro y a la lana. Nueva Zelanda tiene una expansión similar a la de Australia, sus exportaciones dependían también de minas de oro y de ganadería. En el caso de Nueva Zelanda, la industria y el transporte frigoríficos fueron decisivos para su crecimiento.

Es obvio que si se aplicara la política del libre comercio, aquellos países más desfavorecidos económicamente pero ricos y abundantes en riquezas naturales se verían beneficiados, ya que podrían estimular su economía mediante exportaciones sin tener que pagar ningún aranzel que le privara de su actividad. El libre comercio sería la fuente de salida de la pobreza de muchos países que hoy en día son explotados por otros superiores.

domingo, 22 de marzo de 2009

Segundo círculo de difusión de la Revolución Industrial

La semana pasada se hablo del primero círculo de difusión y quise hablar de una gran potencia de éste circulo. Esta semana haré lo mismo pero centrándome en un país del segundo círculo de difusión, en este caso lo haré de Japón.

Japón representa el único caso de industrialización de una sociedad occidental antes de la Primera Guerra Mundial. La industrialización japonesa, al igual que Rusia, fue impulsada por razones más políticas que económicas. Japón frente a la amenaza de bombardeo del puerto de Tokio en caso de aislamiento comercial, no le quedo otra que la influencia occidental.

Japón aprendió rápidamente y imitó a los países agresores con tal de no aceptar la triste situación de China (países industrializados, ejército potente sin escrúpulos para utilizarlo a favor de sus intereses económicos...), por tanto el deseo de modernizar el país condujo a la llamada Revolución Meiji de 1868.

La revolución Meiji supuso la abolición del feudalismo y la modernización del país en todos los ámbitos con la finalidad principal de disponer de un ejército moderno, capaz de preservar la independencia del país y de llevar a cabo los conquistas necesarias para mejorar su economía.

El crecimiento industrial fue posible gracias a la conquista de mercados exteriores por una doble vía. Por una parte la competitividad: los productos japoneses resultaban baratos porque disponían de mano de obra abundante y por tanto salarios bajos. La competitividad mejoró a través del control de la calidad, especialmente en el caso de la seda. La otra vía fue la violencia. Japón emprendió una política de ocupación militar de territorios foráneos para convertirlos en colonias, de donde podía obtener minerales y materias primas y donde podía vender productos industriales.
Obligado a firmar varios contratos que limitaban a un máximo de un 5% los derechos de entrada de sus productos en Japón.

A día de hoy Japón se ha convertido en una de las grandes potencias mundiales, y una de las causas es la misma que la de su crecimiento industrial, su mano de obra barata. Con ella puede fabricar productos de gran valor a un coste relativamente bajo y venderlos por cantidades mucho más elevadas, por tanto obtiene un beneficio al alcance de muy pocos países.

domingo, 15 de marzo de 2009

La disfusión de la industrialización

El tema a tratar esta semana va a ser la difusión de la industrialización. Para empezar vamos a definir el concepto de industrialización como fenómeno regional influido por aspectos institucionales de carácter nacional-estatal. Durante estos tres días de clase hemos distinguido dos círculos de difusión, el primero a partir de 1830 y lo forman Gran Bretaña, Francia, Bélgica, Suiza y Estados Unidos, y el segundo es a partir de 1870 y lo forman desde Escandinavia hasta Mediterráneo, pasando por Rusia, además incluye a Japón y el sudeste de Europa.

Podría hablar de todos los países del primer o segundo círculo pero sería bastante largo y pesado, por tanto he decidió destacar algunos aspectos del crecimiento de la primera potencia mundial a día de hoy: Estados Unidos.

Prácticamente al mismo tiempo que Gran Bretaña iniciaba la revolución Industrial, sus colonias en América del Norte se declaraban independientes (1776) con el nombre de Estados Unidos de América. Ya independiente tuvo un crecimiento fabuloso, hasta convertirse al final de siglo XIX en la primera potencia económica mundial.

Las bases de su crecimiento son las siguientes:

-La ampliación del territorio hasta llegar a las fronteras continentales actuales.
-El poblamiento de ese territorio fue mucho más lento, y destaca el fuerte crecimiento vegetativo (posible por la disponibilidad de tierra), una gran inmigración procedente de Europa, la importación de esclavos, y como contrapartida la desaparición de la mayor parte de la población autóctona.
-Entre otras la disponibilidad de la tierra, adopción y mejora de procesos industriales, un nivel de vida y un mercado con gran capacidad de crecimiento.

Me gustaría destacar una de las bases citadas anteriormente como es la del poblamiento lento. El objetivo de las colonias americanas no fue explotar el territorio, si no ocuparlo y crecer lentamente en él, así a corto plazo no obtenían nada, pero a lo largo han ido recogiendo los furtos que sembraron en el pasado.

domingo, 8 de marzo de 2009

La Revolución Industrial

Esta semana en clase hemos hablado de la Revolución Industrial, que no es lo mismo que revolución industrial. Seguro que ahora todos pensaréis que me confundido o que no quería decir dos veces revolución industrial, pero la verdad es que Revolución Industrial y revolución industrial no es lo mismo. Con mayúsculas nos referimos a la transformación concentrada en Gran Bretaña, y en minúsculas nos referimos al global de este proceso.

Podríamos definir Revolución Industrial como el inicio de un tipo de crecimiento nuevo y autosostenido a causa del uso de nuevas materias primas y nuevas formas de energía y de la aplicación de innovaciones técnicas y organizativas en todos los sectores económicos, desde la agricultura hasta los productos manufacturados, el transporte, el comercio y las finanzas.

Esta transformación se inició en el año 1760 y finalizó setenta años más tarde. Localizada en Gran Bretaña, concentrada en pocos procesos industriales relacionados con el comercio exterior y preparada y sostenida por el crecimiento agrario y el apoyo del poder del estado.

La innovación de la Revolución Industrial suele asociarse con el trabajo en fábrica, la energía de vapor y un uso intensivo del capital, aunque a pesar de todo esto la Revolución Industrial fue mucho más que una revolución técnica: fue una revolución económica con importantes efectos sociales y políticos que hicieron de ella una revolución global.

Cabe destacar que la característica principal de este proceso es la mejora de productividad provocada por las sucesivas innovaciones tecnológicas aplicadas de forma masiva en una organización de la fábrica.

Por último quiero añadir, que es a partir de la revolcuión industrial (como proceso global) cuando, bajo mi punto de vista, el ser humano se da cuenta de la importancia que tiene el trabajo ordenado, y es cuando se intenta aprovechar al máximo los recursos y el capital invertido para obtener la máximo productividad. Es a partir de este momento cuando se podría considerar que la utilización de los recursos es de forma eficaz y eficiente en la mayoría de casos.


domingo, 1 de marzo de 2009

Cambios en el sector secundario en el siglo XV-XVII

Desde mediados del siglo VX, la minería pudo disponer de una gran serie de innovaciones que permitían trabajar a más profundidad y posteriormente, procesos para separar más económicamente la ganga y los diferentes metales.


El principal centro minero europeo estaba en Europa central, donde se obtenían plata, cobre y zinc.

El carbón tuvo una gran expansión, sobre todo en Gran Bretaña. El elevado consumo de leña o de carbón vegetal provocaron en la Inglaterra del siglo XVI un proceso de deforestación y de encarecimiento de la leña.


En el campo de la siderurgia, la principal novedad el alto horno, que permitía fundir el hierro y obtener directamente piezas vertiendo el hierro líquido en moldes. Las ventajas del alto horno eran varias: podía trabajar con minerales menos ricos y necesitaba menos combustible. Sin embargo, el alto horno era mucho más caro de construir y, para determinados productos, el hierro que se obtenía era de menor calidad.


Las mejoras en el aprovechamiento de las energías naturales se obtuvieron gracias al perfeccionamiento y la difusión del molino de viento, y, sobre todo gracias a las innovaciones en la construcción naval, que era la industria más compleja de la época y una de las que requería una mayor inversión de capital.


El crecimiento del comercio, en especial del comercio transoceánico, hizo crecer al mismo tiempo el número, el tipo y el tonelaje de los barcos. El resultado fue un enorme aumento de la capacidad de transporte, encabezado por Holanda. La construcción naval seguía siendo la principal industria holandesa. El crecimiento de la industria naval transformó asimismo la construcción de barcos, sobretodo en Holanda y en Venecia, los astilleros estaba equipados con grúas y sierras mecánicas.


En el sector textil, el principal cambio fue la aparición de paños, más variados, más ligeros y más adaptados a los climas cálidos, pero la principal diferencia era que los paños no eran abatanados, es decir, el tejido no era compactado mediante mazas movidas por energía hidráulica, por tanto exigían menos materia prima, menos trabajo y menos instalaciones.

Un gran cambio en el sector textil fue la creación de la máquina de hilar en Bolonia, que la cuidad intentó guardar como secreto industrial aunque no lo logró por mucho tiempo. La mecanización del hilado de algodón se suele considerar el primer episodio de la Revolución industrial.


Existen muchas otras mejoras en sectores en parte nuevos desde el punto de vista tecnológico, como la imprenta y las armas de fuego, y en gran parte en productos de lujo o semilujo, por ejemplo los tapices, las porcelanas, los relojes…Los cambios experimentados por la producción también comportaron cambios en la localización de la producción industrial y en su organización.


Los cambios en el sector naval, bajo mi punto de vista tuvo una gran importancia tanto en el sector propiamente citado, como también en el comercio. Barcos más grandes, con mas capacidad, más seguros y más rápidos propiciaban e incentivaban el comercio, ya que prestaba una serie de ventajas que antes no había. El echo de no tener que hacer tantos viajes para transportar grandes mercancías así como la disminución de la durada del viaje fueron factores favorables para el comercio. Como cambio más negativo, considero el uso masivo de leña o de carbón vegetal que provocaron en Inglaterra un proceso de desforestación y de encarecimiento de la leña, nada positivo para la sociedad inglesa.